Construcción social del liderazgo político en Venezuela1

Social construction of political leadership in Venezuela

Hana Dalul

Universidad Rafael Urdaneta. Maracaibo, Venezuela.

E-mail: hanadalul@gmail.com

Ángeles Rincón

Universidad Rafael Urdaneta. Maracaibo, Venezuela.

E-mail: angelesluciarb@gmail.com

Recepción: 26/05/2021

Aceptación: 04/06/2021

Resumen

La investigación se llevó a cabo con el propósito de comprender la construcción social del liderazgo político en Venezuela, enmarcándose en una metodología cualitativa y un enfoque fenomenológico. Para ello, se realizaron 5 entrevistas semi-estructuradas a informantes zulianos mayores de edad que fueron elegidos al azar. Seguidamente, se realizó un proceso de categorización de esta información de las que se obtuvieron los resultados, los cuales fueron triangulados por expertos en el tema. Estos resultados sugieren que la construcción social del liderazgo político está comprendida por una visiónmesiánica del líder, influida por factores como la emocionalidad del ciudadano, el discurso del líder y los medios de comunicación. Sin embargo, considerando la situación sociopolítica que experimenta Venezuela y la desilusión de los venezolanos en relación a los líderes actuales, se observó la iniciación de un cambio que implica un despertar de la conciencia ciudadana originando la emergencia de un nuevo liderazgo.

Palabras clave: Construcción Social, Liderazgo Político, Psicología, Venezuela.

Abstract

This investigation had as a purpose to understandthe social construction of the political leadership in Venezuela.It was used a qualitative methodology and a phenomenological approach. In order to complete this, 5 semi structured interviews were performed to Zulian adults who were selected randomly and a process of organization of this information was classified to get the results, which were analyzed by experts on the subject. These suggest that the social construct of political leadership is based on a messiah vision of a leader, influenced by factors such as emotionality of the  citizen,  the speech of the leader and the methods of communication; nevertheless, considering the social politicalsituation that Venezuela is experiencing at thistime and the disillusion of  its citizens in reaction to its current leaders, we observed the start of a change that implies the awakening of the conscious citizens, originating the emergence of new leadership.

Keywords: Social Construction, Political Leadership, Psychology, Venezuela.

Introducción

  El ser humano necesita construir de alguna manera la realidad para poder conducirse en ella; necesita de ideas, conceptos, valores y criterios para poder entender el mundo en el que se desenvuelve, posicionarse a sí mismo en este y, a partir de ello, regir su conducta. En este sentido, Berger y Luckman (1968), plantean que la manera en que se adquieren estos conocimientos que construyen la realidad en la psique del ser humano, ocurre principalmente por la interacción social en la vida cotidiana.

Estas interacciones sociales están conformadas por conversaciones dadas en las situaciones “cara a cara”, que son las vías por las que se negocia con el otro los significados, a la vez que son aprehendidos y compartidos.  En la medida en que esto sucede, los significados se convierten en anónimos y adquieren un valor objetivo, de manera que la realidad pareciera ajena a las propias aprehensiones. A través de estas interacciones también se construyen todas las categorías sociales tales como el género, la raza o la subordinación, las cuales son producto de una sociedad y cultura específica, pudiendo hacerse visibles en su discurso y sus acciones, por lo tanto, su significado cambia de acuerdo a las transformaciones sociales y a su contexto histórico-espacial. 

En la Venezuela actual, uno de los temas más populares de conversación es la crisis política, social y económica a la que se enfrentan diariamente los ciudadanos. De hecho, en el año 2018, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, señala que en Venezuela existe una Emergencia Humanitaria Compleja” que se describe por la pérdida del poder adquisitivo, dificultad para el acceso a alimentos y medicinas, así como la precarización de los servicios básicos, tales como electricidad, telecomunicaciones, agua, transporte público y gasolina; situaciones que son discutidas con un lenguaje coloquial en ámbitos de la vida cotidiana, como en las compras de supermercado, reuniones familiares, trabajo, clases y otros, elaborando explicaciones sobre el origen de la situación, las razones de su mantenimiento y las posibles formas de terminar con esta, tendiendo a asociarse con la gestión de los líderes políticos actuales, sin importar la tendencia política a la que pertenezcan.

Estas interacciones, además de ser verbales, llevan consigo una carga psicoafectiva que se manifiesta en forma de angustia, desesperanza, duelos migratorios, agotamiento emocional y físico, irritabilidad, frustración e incertidumbre, de forma que la construcción social de las ideas  y, específicamente, del concepto de líder adquiere connotaciones cada vez más profundas. Por otra parte, el alto flujo migratorio experimentado por los venezolanos en la actualidad les ha permitido la interacción en otros espacios geográficos con individuos de bagaje histórico y cultural distintos, lo que produce a nivel cognitivo un contraste del conocimiento previo con su experiencia reciente en relación al liderazgo, pudiendo producirse un reajuste de su imaginario.

Aunado a esto, cabe señalar que los adultos intermedios y mayores en Venezuela han  vivenciado distintos modelos de liderazgo político, a diferencia de los adultos jóvenes  que, en su mayoría, han experimentado un solo gobierno, lo que equivale a un menor número de modelos con los cuales hacer comparaciones, por lo que la construcción que hace este último grupo cuenta con referencias distintas. Es importante mencionar que la construcción social no se elabora “de un día para otro” sino que comprende aspectos importantes en su proceso y es que está marcada por la historia y la cultura en que se nace, tal como lo refieren Berger y Luckman (1968).

En este sentido, en la historia de Venezuela ha predominado el liderazgo político de tipo carismático, que se inspira y legitima en la figura del Libertador, que es considerado el “padre de la patria”; es decir, el líder actúa en su nombre para identificarse a sí mismo como sucesor o discípulo de él (Lombardi, 2019).El significado que tiene Bolívar para la población ha venido construyéndose desde las campañas de 1820, en las que se usaban términos tales como “el Xefe [sic] supremo/ al héroe incomparable/ (…) Sereno en la Adversidad/ Siempre grande (…) / Libertador, Presidente…”  que lo presentan como el “hacedor de la patria” y ha adquirido una valoración heroica y deificada, como lo indica Carrera (2003) en su libro Culto a Bolívar.  Por lo tanto, los líderes han hecho uso de la construcción de esta figura para legitimarse y la población los asume de manera inconsciente porque los identifica con el Libertador. (Lombardi, 2019).

En congruencia con esto, los resultados obtenidos por Caldera (2018) en su investigación “Construcción Social de la Identidad Nacional del Venezolano”, señaló que como aspectos determinantes de la identidad del venezolano, se encuentran la idolatría a figuras heroicas y el marcado locus de control externo; siendo este un aspecto relevante para comprender la posición que el venezolano asume como ciudadano y como ser político y la percepción que tiene sobre el rol del líder político.

 Por otra parte,  Diamint y Tedesco (2014) estudiaron el liderazgo político sudamericano, y encontraron que existe una estrecha relación entre la calidad democrática del líder y el grado de institucionalización de las organizaciones nacionales, tales como los partidos políticos. Este último hace referencia a “la existencia de reglas democráticas internas, coherencia ideológica (…) formación de líderes y administradores (…) y normas de organización estables” (p.46).

De este modo, esta investigación indicó que en Venezuela existe un deterioro en el grado de institucionalización y que las organizaciones parecieran, más bien, nacer al servicio de un líder, interesándose en la formación de seguidores más que en la formación de ciudadanos. La consecuencia de esto es la formación de un liderazgo clasificado como “usurpador de poder”, que es aquel líder que se considera a sí mismo representante único del pueblo, de manera que la política se identifica más con su persona que con la normativa que rige el país. Este tipo de líder hace uso de un discurso en el que el progreso del país está relacionado con su figura, así como profundizan prácticas políticas como el clientelismo, personalismo y el populismo a través de los que aseguran su perpetuación en el poder. 

En este sentido, desde la perspectiva de la psicología social, las razones por las que existe un bajo grado de control institucional en las organizaciones de Venezuela, por las que los partidos políticos nacen al servicio de un líder y por la que las prácticas políticas como el clientelismo y el populismo funcionaron, podrían estar relacionadas con la percepción que el venezolano construyó del líder y con la manera en que percibe su papel y sus correspondencias como ciudadano. Sin embargo, en años más recientes se han pronunciado otros acontecimientos que, más bien, evidencian su inconformidad con los mismos: según los registros del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, se documentaron más de ١٧.٥٤٧ protestas en todo el país, desde mayo de ٢٠١٨ hasta mayo de ٢٠١٩, relacionadas con el rechazo al liderazgo político actual, al que se responsabiliza por la “crisis humanitaria compleja”. 

En este orden de ideas, se puede apreciar que la construcción social del liderazgo político en Venezuela tiene una trayectoria que se extiende desde su origen histórico hasta los acontecimientos actuales, manteniéndose en constante cambio, por lo que esta investigación está encaminada a indagar los cambios del imaginario de líder político venezolano  que presenta la sociedad en la  actualidad. Sin embargo, para efectos de la misma, se contó únicamente con informantes del estado Zulia, dada la facilidad del acceso a los mismos.

Por otro lado, teniendo en cuenta la inconformidad actual respecto a las propuestas de líderes presentes, indistintamente de su inclinación política, esta investigación podría contribuir a aclarar la visión que se tiene del mismo e identificar el ideal, orientando así, la conducta en pro de lo que se quiere y de las necesidades de la población, evitando la reincidencia en desaciertos de la historia y generando resultados satisfactorios, permitiendo también predecir las escogencias de la población a futuro. Finalmente, esta investigación está enmarcada en una metodología cualitativa y fenomenológica que pretende responder la siguiente pregunta de investigación ¿cómo el venezolano construye la concepción del liderazgo político en la actualidad?, siendo el propósito de este estudio comprender la construcción social del liderazgo político venezolano.

Materiales y Métodos

La presente investigación pretendió comprender a profundidad fenómenos de naturaleza social, humana e histórica del que las investigadoras forman parte. Para ello se tomó como modelo el paradigma interpretativo, el cual plantea una relación entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido; en congruencia con esto, se empleó una metodología cualitativa, que permitió un abordaje profundo y completo del fenómeno, ya que integra las diversas dimensiones de tipo histórico, cultural, político y evolutivo que conforman la construcción social del liderazgo político, ofreciendo una visión holística del mismo; aportando, a su vez, riqueza interpretativa, contextualización del ambiente y detalles que aclaran la visión de este.

En consistencia con la metodología cualitativa, se utilizó el enfoque fenomenológico, ya que permite el desligamiento de teorías o marcos limitantes para posibilitar la emergencia novedosa, en lugar de encajar la información en viejos paradigmas, por lo que se analizaron los fenómenos tal y como los observaron las investigadoras. En este mismo sentido, para recolectar la información, se realizaron entrevistas semi-estructuradas a adultos zulianos, escolarizados o no, con edad comprendida entre los 21 y 70 años de edad, de sexo masculino y femenino, pertenecientes a distintas tendencias políticas, los cuales fueron escogidos al azar en áreas públicas tales como centros comerciales, cafés y universidades de distintas ciudades del Estado, específicamente Maracaibo, Ciudad Ojeda y Villa del Rosario.

De la misma manera, estas entrevistas se llevaron a cabo durante el mes de enero del 2020. Se utilizaron las siguientes preguntas generadoras “¿Cómo describirías la situación actual del país?, ¿Cómo debería ser un líder adecuado para abordarla?, ¿Qué es lo primero que se te ocurre cuando escuchas “líder político”?, ¿Cuáles características debería tener un líder político?, ¿Hay algún líder político venezolano que inicialmente haya sido de tu agrado y que hoy no lo sea?, ¿por qué?”.

Estas entrevistas fueron realizadas con el consentimiento de los informantes, garantizándo la confidencialidad de la misma. Así mismo, fueron grabadas y almacenadas por un dispositivo móvil, siendo seguidamente transcritas al computador a través de la mecanografía para que el proceso de análisis y recolección de datos pudieran realizarse paralelamente. Se realizaron transcripciones fieles al lenguaje expresado por los informantes, señalando todas las palabras, interjecciones, pausas y silencios.

Finalmente, se utilizó el análisis del discurso como método de interpretación, para el cual se procedió a la organización de la información obtenida y luego, se extrajeron unidades de análisis del corpus textual que fueron interpretadas con preguntas como “¿qué significa?” y “¿a qué se refiere? para ser esclarecidas en los niveles sintácticos y semánticos. Estas unidades fueron agrupadas en diferentes categorías que describen la esencia del contenido. Este proceso se detuvo cuando al analizar los datos ya no surgían categorías nuevas que brindaran significados diferentes, alcanzando la saturación de categorías.

A continuación, para aumentar el nivel de consistencia interna de la investigación, expertos en distintas áreas de la psicología aportaron sus apreciaciones sobre el fenómeno, llevando a cabo el proceso de triangulación de expertos, mejorando los resultados y brindando una visión holística de los mismos. Colaboraron para este fin tres especialistas de las áreas de psicología clínica, psicología social y sociología.

Finalmente, obtenidas las categorías, se acudió al proceso de graficación que consistió en la elaboración de diagramas con dibujos, que sirvieron para plasmar la vinculación existente entre las categorías y los temas para facilitar la visualización y comprensión de la información. En un espacio dividido en tres partes, se colocaron las categorías junto con sus subcategorías, representadas por dibujos sencillos y, a través de flechas, se representó la relación entre ellas.

Resultados y Discusión

De acuerdo a la información recolectada a partir de las entrevistas, emergen categorías que fueron ordenadas de manera que explican el proceso de construcción social del liderazgo político en Venezuela. Estas describen la idea central de cada hallazgo, estando algunas de ellas conformadas por subcategorías que detallan su contenido. Se obtuvieron así las cinco (5) categorías siguientes: Visión del líder mesiánico, Factores que inciden en la construcción del líder, Situación país como espacio para la deconstrucción del imaginario, Inicio del despertar de la conciencia ciudadano y Emergencia de un Nuevo liderazgo.

Categoría #1: Visión del líder mesiánico

Esta categoría hace referencia a la construcción endiosada que el ciudadano hace del líder político, partiendo de su necesidad de vivir una transformación en el país. En su imaginario, el líder posee virtudes que sobrepasan las cualidades humanas razonables, es la persona a la que se le atribuye la mayor responsabilidad de un país, aquella de la que parte la solución de problemáticas y es capaz de garantizar el bienestar al grupo. Esta visión comprende tres aspectos: la tendencia a la externalidad en el ciudadano, la satisfacción de necesidades y expectativas, y las características del líder deseado.

Subcategoría: Tendencia a la externalidad en el ciudadano:

El ciudadano tiene la tendencia a situarse en un rol pasivo en la que se cataloga a sí mismo como seguidor y deposita su confianza en el líder esperando que este cumpla con la satisfacción de sus necesidades y expectativas. De igual manera, para el ciudadano es importante que el líder maneje un discurso persuasivo, basado en la realización de promesas que generan confianza y esperanza. Evidenciándose este aspecto en los siguientes enunciados:

“Un líder es el que nos lleva a nosotros a seguirlo porque es la persona en la que estamos depositando una confianza (…) y convence a los jóvenes a través de las buenas promesas” (E1, L: 64-65)*

“Todo el mundo poniendo todas sus esperanzas en que sí, se ve un hombre que quizás Dios lo puso en el camino para ayudarnos, para salir de esto” (E2, L: 70-72)*

“Lo que me gustaba de Guaidó era que sí sabía a dónde íbamos, que nos llevaba a una Venezuela en que íbamos a tener mucha libertad, mucha paz y felicidad.” (E1, L: 182-183)*

Subcategoría: Satisfacción de necesidades y expectativas.

Esta subcategoría hace alusión a las demandas manifestadas por los informantes, relacionadas a la estabilidad en los ámbitos económico, político y social que, a su vez, están asociadas a proveer alimentación, la educación, la seguridad, el desarrollo urbano y su mantenimiento estructural, el empleo y el sueldo, como es expresado a continuación:

“Mira, lo primero que nos tiene que brindar es educación, salud, este… remuneraciones del trabajo, este… la… seguridad social” (E1, L: 93)*

Subcategoría: Características del líder deseado.

Esta subcategoría hace referencia a aquellos rasgos que se desean encontrar en el líder político, entre estos están: Conductor/guía: característica referida a la capacidad para orientar el desarrollo del país, idear planes y estrategias; Capacidad para movilizar al colectivo: el zuliano construye al líder como la persona capaz de conseguir un alto número de seguidores; Luchador/valiente: se espera que el líder se caracterice por tener una personalidad autoritaria que inspire seguridad y, además, que muestre disposición completa a asumir de manera directa el afrontamiento de problemáticas que afecten al colectivo; Valores éticos: característica que engloba valores como la responsabilidad, respeto, y la honestidad; Formación: se espera que el líder sea una persona con preparación académica, portadora de conocimientos profundos acerca de las áreas asociadas a su labor; Educador: se le atribuye al líder la responsabilidad de educar al pueblo.

“Tiene que mostrarnos la estructura de cómo tiene… cómo debe manejarse un país, por dónde nos tenemos que ir, cuáles son los puntos que tenemos que afrontar” (E1, L: 88-89)*.

“Es la persona que… agrupa mucha gente atrás de él para cambiar la política.” (E4, L: 9)*.

“Si quiere ser un líder tiene que demostrarlo entonces, que se juegue la vida para ser un líder, así como se la han jugado líderes mundiales, como Gandhi…” (E4, L: 91-92)*.

“Que sea sincero, así va a hacer su trabajo como es y no va a sacar beneficio de ello” (E3, L: 90-91)*.

“Una persona seria, responsable, este… educada, muy culta (…) buen trato. Eso, Creo que es lo primordial para un buen líder” (E2, L: 27-28)*.

“Por eso la educación es importante, porque Chávez les daba todo y Chávez se fue y todos quedaron pobres de nuevo porque nunca les enseñó a trabajar” (E3, L: 124-125)*.

Categoría #2: Factores que inciden en la construcción del líder

En esta categoría se hace mención a aquellos determinantes que influyen en la manera como la persona va construyendo su idea de líder. La forma en la que el ciudadano construye el líder político en su imaginario está dada por un conjunto de factores que se encuentran relacionados entre sí, tales como la emocionalidad del ciudadano y los medios de comunicación.

Subcategoría: La Emocionalidad del Ciudadano.

Se puede observar que en el ciudadano prevalece la emoción sobre la razón al momento de construir el concepto de líder, es decir, la construcción se hace a partir de aquellas situaciones o características que causan agrado en relación al mismo. Las muestra de afectividad del líder y los rasgos de personalidad carismática que generan identificación, son aspectos que evocan confianza y suelen asociarse a la construcción que se hace, como lo refieren a continuación:

“Guaidó se veía bastante carismático y parecía que realmente iba a hacer cosas” (E2, L.49)*.

“Luis Herrera llegaba más, a mí me llegaba más porque era una persona… porque era más humanitario, y no peleaba con la juventud, alababa la juventud” (E1, L:157-159)*.

Subcategoría: Medios de Comunicación.

Los medios masivos de comunicación y las redes sociales transmiten información que se populariza en las conversaciones cotidianas, información sobre los eventos políticos y sociales que acontecen en el país, campañas, conciertos y ruedas de prensas que generan conmoción en el colectivo.Estos factores pudieron apreciarse en los siguientes comentarios:

“Bueno, como cuando nos paramos un día en la mañana y se veía que Leopoldo y Guaidó, creo que en Miraflores, y les tomaron una foto y era como que iban a presionar al presidente Maduro, todos vimos que estaba haciendo algo. O cuando hizo el concierto de ayuda humanitaria que se vio en todas partes”(E3, L: 101-102)*

Categoría #3: Situación país como espacio para la deconstrucción del imaginario

En esta categoría se hace referencia a las vivencias que los informantes han experimentado, encontrando que estas mismas son incongruentes con la visión mesiánica que se tiene del líder; situaciones por las que se han tenido que reformular su conceptualización previa. De esta categoría se derivan las subcategorías: Realidad sociopolítica de Venezuela, Desilusión y Desesperanza frente a los líderes tradicionales.

Subcategoría: Realidad sociopolítica y económica de Venezuela.

Los ciudadanos describen la realidad de su país como una situación en la que ha protagonizado una deficiente administración de los recursos, que escasean al punto de llegar a la carencia de los más básicos. Al mismo tiempo, ha prevalecido la violación de derechos humanos que, en situaciones de expresión pública, se ha visto agredida incluso la integridad de las personas, agregando que han vivenciado grandes manifestaciones y protestas que no generan respuesta a sus demandas y, finalmente, encuentran en la política un entramado de promesas incumplidas en la que el seguimiento de los líderes no muestra resultados satisfactorios. Además, los ciudadanos se enfrentan a cambios en la sociedad relacionados a constantes separaciones debido al alto flujo migratorio, que impacta principalmente a su sistema familiar y repercute en la emocionalidad. Esto es descrito por los informantes de la siguiente manera:

“Ya yo no voy para las marchas, a mi me llaman y a mi ya no me están convenciendo las marchas esas porque los líderes se quedan en sus casas y nos mandan a nosotros como cabritas” (E1, L214-215)*.

“La veo como una situación política que ha golpeado mucho al grupo familiar, toda mi familia está afuera, entonces para mí ha sido muy duro esta situación política” (E1, L: 5-8)*.

“La gente vive mal, no puede comprar medicamentos, la gente vive en la calle… la situación económica está mala pues.” (E1, L: 5-6)*.

Subcategoría: Desilusión y Desesperanza frente a los líderes actuales.

Los líderes presentes en la actualidad no cumplen con las expectativas y necesidades de los ciudadanos; las características como el carisma y el discurso parecieran menos confiables, de forma que aparenta haber un choque entre el imaginario del ciudadano y la realidad que experimentan, lo que les genera sentimientos de desilusión y desesperanza. Estas situaciones pueden apreciarse en las verbalizaciones siguientes:

“Con el tiempo que ha pasado… no se ha visto ni siquiera… o sea como que un avance pues, o por lo menos yo, no lo he visto.” (GD, L 50-51)*.

Categoría #4: Inicio del despertar de la conciencia ciudadana

Los ciudadanos al verse afectados por la misma situación crítica del país y encontrarse en la ausencia de un líder que cumpla con sus expectativas, parecieran empezar a asumir mayor responsabilidad, participación y compromiso, de manera que se organizan y distribuyen labores para dar respuesta a las problemáticas que les afectan, situándose de este modo en una posición más activa. Así, la organización social surge como respuesta alternativa y el ciudadano comienza a considerarla de mayor importancia que el líder para la satisfacción de sus necesidades. Un ejemplo de esto puede observarse aquí:

“Aquí la que puede llevar a un objetivo afín es la sociedad civil. La sociedad civil hoy, mañana o pasado, va a tomar las riendas de este país, los líderes se van a apartar” (E1, L: 131-133)*.

Categoría #5: Emergencia de un nuevo liderazgo

El liderazgo comienza a adquirir una conceptualización distinta, en la que la valoración mesiánica aparenta deconstruirse y perder valor, reduciéndose el peso de las responsabilidades del líder. A su vez, el ciudadano lo reconstruye en su imaginario con características más inclinadas a las capacidades para gerenciar los recursos de un país, viéndolo como un semejante, es decir, menos endiosado y más humano, con habilidades administrativas y responsable de un cargo temporal, así como lo describió el siguiente informante:

“Bueno que administra esa empresa, como administra empresas Polar a nivel nacional y a nivel mundial… es un administrador pues. ¿Qué es un administrador? Un líder de su empresa, si administra así su empresa, debería administrar así un país (E4, L: 28-31)*.

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Figura 1. Categorías y subcategorías de la investigación Construcción social del liderazgo político en Venezuela.

Estos hallazgos pueden ordenarse en tres fases para su comprensión, partiendo desde la Visión del líder mesiánico como la primera, que da cuenta de la construcción endiosada que el ciudadano hace del líder, percibiéndolo como un salvador capaz de afrontar y dar solución a la crisis del país que se experimenta. Esta visión es congruente con la investigación realizada por Caldera (2018), que describe la construcción de la identidad del venezolano a partir de su locus de control externo. Este hecho se manifiesta en la manera en que los informantes describen la acepción del líder, responsabilizándolo de la satisfacción de sus necesidades y expectativas, e incluso de aspectos de formación personal, como la identidad, la educación y el bienestar emocional, evidenciado en entrevistas cuando se aquejaban de ellos por “no educar al pueblo” o los alababan porque “formó la identidad del pueblo”.

Es importante destacar que la externalidad a partir de la que se hace la construcción social del liderazgo, tiene una base más profunda, y es que responde al inconsciente del ciudadano, siendo “el símbolo en que las personas proyectan sus deseos de seguridad, dependencia, fascinación y poder” (Napier y Gershenfeld, 1998, p.179) que se aprecia en las características del líder deseado, al englobar rasgos de conductor o guía, luchador-valiente. Entonces, este liderazgo, de acuerdo con Katz (1973) “simboliza las soluciones de conflictos internos de los seguidores” (p.66), por lo que las personas proyectan sus miedos y deseos en un “objeto social”, el líder.

Asimismo, este aspecto concuerda con la teoría de la enajenación de Fromm (1955), que explica que la persona proyecta en el otro todos sus potenciales, percibiéndolos como algo ajeno y con lo que solo puede tener contacto a través de la “sumisión”; en consecuencia, convierte a esa otra persona en su ídolo, quien posee todos sus poderes. Es por ello que el zuliano espera que el líder político pueda movilizar al colectivo y se posiciona a sí mismo en un rol pasivo, como seguidor de quien considera poseedor de las capacidades.

Esta es la forma en que se ha construido el liderazgo tradicionalmente en Venezuela, como lo refirió el historiador Lombardi (2019); concepción que ha respondido más a lo inconsciente que a lo consciente con la finalidad de resolver conflictos internos que, además, están dados por carencias de distintas índoles dentro del grupo familiar, principalmente educativas y afectivas, como lo refiere el autor, razón por la que la escogencia suele guiarse más por la emoción que por la razón.

En este mismo sentido, desde la sociología, Moreno (2007) explica que en la familia popular venezolana, la figura estable del padre es carente y significa “vacío no colmado. Como tal es objeto de deseo frustrado y de rechazo” (p.18) debiéndose a ello la tradicional escogencia de líderes carismáticos, que cobran rasgos paternos y deificados con la finalidad de compensar ese “vacío no colmado”. El acercamiento emocional, agrado e identificación generados por estos, son compartidos entre individuos en las situaciones de vida diaria, en encuentros cotidianos en los que se conversan y comparten sus ideas en relación al mismo objeto (el líder), añadiendo significados que construyen en su imaginario una figura común.

Sin embargo, el Zulia está manifestando transformaciones sociales que también someten a transformación el imaginario de la sociedad, lo que comprende la segunda fase, la deconstrucción del imaginario. En la espera de que los líderes actuales solucionen las problemáticas, desde la perspectiva de los informantes, las acciones manifestadas por estos se han limitado a la presentación de discursos prometedores y movilizaciones sociales como las marchas, sin mostrar actos que contribuyan a la solución, mientras que ellos se han mantenido en el afrontamiento de la realidad sociopolítica del país; de manera que las expectativas que se tienen de los líderes son insatisfechas, lo que genera decepción en relación a los mismos y aparecen sentimientos de desilusión y desesperanza.

Puesto que los ciudadanos se encontraron ante la ausencia de un Mesías y su mantenimiento en las mismas situaciones problemáticas, se reducen las diferencias sociales y surgen necesidades colectivas, viéndose obligados a buscar formas alternativas de remediar sus problemas. Este aspecto comprende la tercera fase, el despertar de la conciencia ciudadana: el hecho de encontrarse mutuamente sumergidos en las mismas circunstancias, produjo el desarrollo de una mayor sensibilidad hacia el otro, aumentando la comprensión y la empatía hacia los semejantes, que origina relaciones de mayor cercanía, comunicándose y realizando acuerdos entre ellos, dirigiéndose a la producción de estrategias de afrontamiento que implican una mayor articulación social.

En este sentido, la sociedad ha emprendido formas de organización con el fin de solventar tanto sus necesidades individuales, como las necesidades comunitarias, de manera que cada individuo se hace más consciente de sus responsabilidades dentro del grupo y toma un rol más activo, incrementado su participación ciudadana, por ello es, entonces, que se encuentran más involucrados en las actividades comunitarias tales como fundaciones, grupos virtuales y actividades de voluntariado en las que recolectan alimentos, medicinas, planifican soluciones a problemas de servicios como el agua, electricidad o internet y se reúnen esporádicamente para llevar a cabo limpiezas de áreas comunes, como calles cercanas o parques.

Al observar la ausencia del líder esperado y asumir mayor responsabilidad, el ciudadano desplaza la figura empoderada del líder, restándole relevancia como ente encargado de ciertas responsabilidades; por ende, las atribuciones heroicas y externalizadas que le hace disminuyen su protagonismo en la construcción del concepto, incrementando el valor de aquellas asociadas a sus capacidades y competencias para administrar o gerenciar un país, remitiéndose así a la tercera fase: la emergencia de un nuevo liderazgo. Los informantes después de hablar de su decepción y desesperanza, comenzaban a describir al líder ideal como una persona capaz de organizar, dirigir y administrar los recursos del país, rasgos característicos del modelo de liderazgo propio de las sociedades modernas explicado por Lombardi (2019), al que denomina “alto cargo gerencial”, que sería el más apropiado.

Sin embargo, este nuevo significado de liderazgo que se está construyendo es solo el comienzo del cambio del concepto tradicional, observándose entonces una dualidad en el imaginario del zuliano en la que, por una parte, la concepción del líder es racional y adaptativa, y por la otra, se mantiene la esperanza de la aparición de un salvador, construido desde las necesidades inconscientes y la emocionalidad del ciudadano. A pesar de los cambios que están ocurriendo, esta segunda parte relacionada con la externalidad y la emocionalidad, tiende a dominar nuevamente cuando aparece una nueva propuesta de líder con características mesiánicas.

Estas características del ciudadano podrían estar siendo la razón por la que en Venezuela los líderes se han servido de prácticas políticas como el personalismo y el clientelismo, que consisten en asociar a la política más a su persona que a la normativa que los rige, haciendo uso de un discurso en el que “el progreso de la nación se identifique con su persona” (Diamint y Tedesco, 2014, p.46), y en mantenerse en el poder asegurando la fidelidad a cambio de favores y servicios. Así mismo, el que las personas orienten sus expectativas, necesidades y poderes al exterior, desenfoca su responsabilidad ciudadana y su participación activa dentro de las instituciones. Esta situación podría ser la razón del bajo grado de institucionalización en organizaciones políticas de Venezuela, lo que conduce a los líderes políticos a convertirse en “usurpadores del poder” caracterizados principalmente por buscar perpetuarse en el poder y “manipular las instituciones y las leyes con el fin de beneficiarse o privilegiar sus intereses o los de sus allegados” (Diamint y Tedesco, 2014, p. 46).

Conclusiones

Se observó, que la construcción social del liderazgo político en la Venezuela actual que hacen los ciudadanos del Estado Zulia, parte de las asociaciones emocionales que hacen al líder, atribuyéndole características deificadas que protagonizan en su imaginario como producto de su externalidad y una tradición social determinada por hechos históricos. Sin embargo, las transformaciones sociales que atraviesa la sociedad debido a la situación-país, ha conducido al ciudadano a apropiarse en mayor medida de sus responsabilidades individuales y sociales, posicionándose así en un rol más activo.

Como consecuencia, en el concepto de líder comienzan a desvanecerse las características mesiánicas y, mediante la racionalidad, protagonizan aquellas que describen competencias propias de un cargo de tipo gerencial, sin renunciar completamente a la espera de un líder salvador. En este sentido, puede afirmarse que la construcción del líder es dinámica, se va moviendo a la par de las transformaciones sociales y aparenta ir de la externalidad a la internalidad.

No obstante, la primera y más importante acotación que se sugiere a la población zuliana es comenzar a reflexionar y tomar conciencia de la emocionalidad a través de la que se construye la realidad, que tiende a dominar sobre la razón e influir en la toma de decisiones. Por lo tanto, el primer paso para actuar conscientemente es detenerse a evaluar qué características debería poseer, si realmente las cumple y de qué manera estas pueden ser convenientes a la hora de tomar el cargo.

Asimismo, se le recomienda a los ciudadanos aumentar y fortalecer la participación en distintas formas de organización social, como el activismo, el voluntariado, el desarrollo de propuestas y  proyectos en pro de promover la responsabilidad ciudadana y buscar estrategias diferentes para solucionar las problemáticas que afecten a la sociedad, lo que conducirá a la población zuliana a una sociedad más independiente. Para ello, es importante la creación  de programas de intervención social para la educación psicológica y política, tales como charlas de concientización abiertas al público, conferencias universitarias y divulgación de información a través de las tendencias y herramientas de comunicación actuales, como lo son las redes sociales, considerando su facilidad para manejarlas y su gran alcance hacia los usuarios.

Estas intervenciones deberían estar orientadas a fortalecer y optimizar la inteligencia emocional, el desarrollo del pensamiento crítico, el pensamiento reflexivo, la capacidad de analizar y someter ideas y planteamientos a contrastación, así como de divulgar cuales son las características apropiadas de un líder político para gerenciar un país. En este aspecto, los profesionales del área de la psicología social, politólogos, trabajadores sociales, comunicadores sociales y sociólogos presentan un gran desafío y compromiso al ser responsables de promover este despertar de la conciencia tanto individual como colectiva, que conducirá a la evolución del país.

Nota Especial

1Artículo de investigación derivado del Trabajo Especial de Grado, titulado: Construcción Social del Liderazgo Político en Venezuela, presentado en la Universidad Rafael Urdaneta, Maracaibo, Venezuela.

Referencias

Berger, L. y Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad. Amorrotu: Buenos Aires.

Caldera, J. (2018). Construcción Social de la Identidad Nacional del Venezolano [tesis de pregrado, Universidad Rafael Urdaneta].

Carrera, G. (2003). El culto a Bolívar (5ta Edición). Alfadil Ediciones: Venezuela.

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https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/comunicados-2/ovcs-venezuela-sumergida-en-una-profunda-crisis-a-un-ano-del-20-de-mayo-de-2018


* Los datos complementarios se encuentran disponibles en la base de datos del Centro de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Rafael Urdaneta (cinvepsi@uru.edu).